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“Gigantes del Yaguarón”
Entre la variada fauna que pobló la región pampeana, durante el Pleistoceno (últimos 2,6 millones de años), existieron mamíferos pequeños (roedores, armadillos, zarigüeyas, hurones y zorrinos), medianos (zorros, pecaríes, algunos felinos y otros armadillos), grandes (caballos, guanacos, pumas, tigres diente de sable y algunos gliptodontes) y, los más llamativos y que ya no existen en la actualidad, los “megamamíferos”, o sea, aquellos mamíferos que superaron los 1000 kg de peso (megaterios o “perezosos gigantes”, mastodontes, toxodontes, osos) y que constituyen los elementos más característicos y distintivos de la fauna pleistocena pampeana. Esta situación es más notable durante el Pleistoceno Inferior (en torno a
1 millón de años) durante el cual existieron las formas de mayor tamaño. Esta fauna sólo la conocemos a través de sus restos fósiles, ya que se extinguieron hace aproximadamente unos 8000 años (en la primera parte del Holoceno), momento en el cual el Hombre ya llevaba unos 5000 años desde su ingreso a América del Sur.
Naturalistas destacados de finales del siglo XIX que visitaron San Nicolás de los Arroyos o estudiaron su geología y paleontología. A) Charles Darwin; B) Alcides d’Orbigny; C) Santiago Roth; D) Hermann Burmeister; E) Florentino Ameghino; F) Carlos Ameghino. Extraído de: Fundación Óga. 2010. Plan de Manejo del Parque “Rafael de Aguiar”. San Nicolás de los Arroyos, Buenos Aires, Argentina: 229 páginas.
San Nicolás de los Arroyos, nuestra ciudad, es testigo de la existencia de estos extintos representantes y de otros, que aunque no se extinguieron, ya no habitan esta parte del territorio bonaerense. Las barrancas del Parque Rafael Aguiar han proporcionado fósiles de camélidos, gravígrados, gliptodontes y roedores pequeños como el tuco tuco y los cricétidos.
Los restos se encuentran depositados en el Museo de Ciencias Naturales “P. Scasso” de San Nicolás.

Entrevista realizada a Jorge Liotta - encargado del museo regional "Padre Antonio Scasso"
Si quieres conocer más acerca de estos animales que habitaron nuestra zona, a continuación se presentan descriptivamente características específicas.
Vínculos para saber más!
Gliptodontes
Gliptodontes
Los gliptodontes, junto con los armadillos (mulitas, peludos y quirquinchos) pertenecen al grupo de los “cingulados” por poseer una coraza que protege su cuerpo. Esta coraza está formada por pequeñas piezas o placas óseas de forma rectangular a hexagonal y de un espesor de entre 1 y 5 centímetros. Adicionalmente, poseen un escudo cefálico que protege su cráneo y una coraza o estuche caudal. Estas pequeñas placas, también se encuentran incluidas en la piel del rostro, en la región ventral del cuerpo y en los miembros, pero que no forman verdaderas corazas. Asimismo se hallaron una serie de placas cónicas, ubicadas en hileras sobre los laterales de la coraza de algunos gliptodontes que probablemente han servido de protección y defensa del cuello y del vientre, las zonas más vulnerables en estos grandes mamíferos acorazados. Las placas que conforman la coraza presentan en la cara externa una ornamentación particular que permite a los paleontólogos identificar a qué especie pertenecían. Los gliptodontes eran formas herbívoras pastadoras y vinculadas a ambientes abiertos de clima árido o semiárido. Su tamaño corporal variaba entre las formas más pequeñas de no más de un metro de largo (ej. Neosclerocalyptus) hasta especies de más de cuatro metros de largo y cerca de 2000 kg de peso (ej., Panochthus, Doedicurus y algunas especies de Glyptodon).
Perezosos
Perezosos
Incluyen entre sus representantes vivientes a los perezosos arborícolas, no obstante las formas más sorprendentes corresponden a las especies fósiles de gran tamaño. Los perezosos terrestres constituyen uno de los clásicos megamamíferos pampeanos, con formas como el Megatherium que superaron ampliamente los 4 metros de altura y los 4000 kg de peso, el ejemplar más grande de Megatherium corresponda a un individuo hallado durante una excavación de obras sanitarias realizada a principios del siglo XX en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, resguardado en la colección paleontológica del Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”. Eran animales terrestres, herbívoros (se alimentaban de hojas de árboles). Poseían cuatro miembros bien desarrollados, siendo los posteriores más cortos y robustos, lo cual les habría permitido adoptar postura bípeda, característica aprovechada como mecanismo de defensa y durante la alimentación. En el yacimiento paleontológico de la localidad de Pehuén Co (Buenos Aires) donde se hallaron pisadas atribuibles a Megatherium y que demuestran su andar bípedo. El miembro anterior poseía garras muy desarrolladas, especialmente en el tercer dedo. Los primeros restos atribuidos a este grupo corresponden a Megatherium americanum descripto por Cuvier en 1796 y luego por unos restos encontrados por Charles Darwin en los alrededores de la ciudad de Bahía Blanca, en el año 1830.
Tuco tuco
Tuco tuco
Ctenomys es un género de roedores histricomorfos, el único de la familia Ctenomyidae. El nombre vulgar de sus miembros es tucutuco, tucu tucu o tuco tuco. Incluye una cincuentena de especies. Se caracterizan por tener una cabeza grande en relación al resto del cuerpo, incisivos grandes y biselados (muchas veces de color anaranjado), hocico aplanado, tronco subcilíndrico, y hasta 25 cm de longitud total del cuerpo.Son de hábitos subterráneos, cavan madrigueras en el suelo y viven dentro de ellas, saliendo al exterior por breves períodos para cortar vegetales y llevarlos a la cueva, donde se alimentan. En ocasiones pueden consumir las partes subterráneas de los vegetales. La mayoría de las especies son solitarias, el macho ocupa una cueva y la hembra otra, pero se han descrito especies sociales donde varias hembras conviven en la misma cueva, asociadas a algún macho durante ciertos períodos. Las madrigueras se agrupan en colonias que pueden ser relativamente pequeñas u ocupar varias hectáreas. La especie social más estudiada es Ctenomys sociabilis.
Camélidos
Camélidos
La familia de los camélidos incluye formas rumiantes de pelaje abundante, con cuello y patas largas que, a diferencia de otros artiodáctilos apoyan gran parte de los dedos al caminar. Se los relaciona a ambientes desérticos o semidesérticos, tanto en llanuras como serranías o montañas, en suelos arenosos o pedregosos pero siempre en áreas abiertas. Las formas presentes en el pleistoceno bonaerense son tres: una de ellas, Lama, con especies actuales (conocidas vulgarmente como guanacos, llamas, vicuñas y alpacas) y Paleolama, Hemiauchenia y Eulamaops, extintos.